20 may 2008

Comer bien, verse bien


Fotos: Rocío Fernández, nutricionista y Carmen Skell, médica.
Artículo publicado en la Revista Vida de Última Hora el SÁBADO 31 de mayode 2008

Texto: Marisol Ramírez
mramírez@uhora.com
Fotos: Fernando Franceschelli/Archivo Vida







Vivir obsesionado con las dietas y ejercicios, bajar de peso para luego subir kilos ya son cosas del pasado. Hoy los profesionales aportan fórmulas efectivas para estar sano y esbelto todo el tiempo.


El lunes empiezo mi dieta, ya no soporto mi sobrepeso. Me siento horrible". ¿Cuántas veces escuchaste esa frase de amigos, familiares o incluso de tu propia boca? Hoy este comentario es considerado poco inteligente y está lejos del lenguaje utilizado por médicos, nutricionistas y psicólogos.
Actualmente los profesionales recomiendan consumir lo conveniente para cada organismo. No utilizan la palabra dieta para nombrar la acción de bajar de peso o perder grasa, sino para hablar de un hábito favorecedor en todos los sentidos.
"En vez de decir dieta, decimos que la persona traza un plan de alimentación adaptado a sus necesidades metabólicas y a su ritmo de vida", explica la nutricionista Rocío Fernández Aguado.
La psicóloga clínica Diana Lima considera que el cambio de mentalidad hacia los hábitos alimenticios es fundamental. "Cuerpo y mente forman parte de un mismo sistema orgánico. Al cambiar la mente, cambiamos el cuerpo. La buena noticia es que podemos influir positivamente".
Para esta profesional los problemas de peso son el resultado de una serie de causas, por tanto, "debemos comprender a la persona desde una perspectiva holística que integre mente, cuerpo y espíritu".

Equilibrio
Para la nutricionista Rocío Fernández Aguado una alimentación inteligente equivale a una alimentación que balancea vitaminas, minerales y nutrientes adaptados a las necesidades metabólicas personales. "Esto es útil para mantener las funciones fisiológicas y lograr salud y belleza, a través del tiempo".
Un aspecto que debe quedar claro es que restringirse las comidas en busca de perder kilos rápidamente es el peor error que se puede cometer. "Así sólo se consigue perder líquidos y lo que es peor: masa muscular. Eso conlleva a un deterioro de la salud y del aspecto físico", comenta Fernández.

Consecuencias
La doctora Carmen Skell de Duarte señala que las violentas restricciones en la alimentación, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo en el que se lleven a cabo, ocasionan nefastas consecuencias para la salud.
"Dejar totalmente la carne o someterse a una dieta híperproteica son algunos extremos a los que se sometieron algunos pacientes. Los recibí con secuelas como anemia, problemas de colesterol y triglicéridos elevados, así como infecciones y otras consecuencias. Tuve pacientes que sufrieron derrames y trombosis por estas irregularidades alimenticias", explica Skell.

La edad también es un factor a tener en cuenta. Skell asegura que las personas que pasan los 40 años no deben ni pensar en la idea de hacer una dieta sin consultar al médico, menos si buscan bajar en poco tiempo muchos kilos. "Pueden disminuir su cantidad de leucocitos y globulinas, entre otras cosas".

Hábitos de salud
Rocío Fernández sugiere beber dos litros de agua al día y consumir de cuatro a seis comidas diarias a fin de lograr un metabolismo activo. También recomienda la práctica de ejercicios físicos por lo menos tres veces por semana.
La nutricionista Ingrid Poka subraya que "es mejor tener en cuenta la calidad del alimento ingerido y la distribución de comidas durante el día, que contar obsesivamente las calorías consumidas".
La psicóloga Lima insta a tener en cuenta a las emociones antes, durante y después de las comidas, ya que estas "pueden jugar a favor o en contra en el plan alimenticio para estar saludables y esbeltos".
Las emociones están detrás de la tendencia de subir de peso en la digestión, las tiroides, el riñón y en la retención de líquidos. "Atender este aspecto puede hacer la diferencia entre estar sano y esbelto o vivir en un tobogán con relación al peso incluyendo los trastornos severos alimenticios, como la obesidad, la anorexia y la bulimia".

  • Secuelas de dietas sin supervisión profesional
    Falta de energía
    Colon irritable, gastritis, úlceras
    Depresión, malhumor
    Problemas de piel
    Cálculos
    Rinitis, alergia, asma
    Falta de concentración, déficit de atención, falta de memoria
    Alteraciones del sueño
    Problemas hormonales
    Anemia
    Presión alta
    Aumento del colesterol
    Diabetes
    Cáncer
    Desnutrición
    Falta de antioxidantes
    Obesidad
    Dolores en la espalda
Volver a aprender
Estar bien siempre es un taller vivencial a cargo de Diana Lima, psicóloga clínica, que busca que las personas se sientan libres y en paz con su cuerpo.
El taller busca que las personas dejen atrás creencias erróneas en torno a bajar de peso, tales como que uno debe someterse a dietas estrictas, estar pendiente de la balanza o de ejercicios extremos. Además, propone encontrar el equilibrio entre cuerpo, mente, emociones y espíritu.
Se trabaja con el modelo de Programación Neuro-Lingüística (PNL) para la intervención terapéutica de la gente con problemas de peso. La disciplina coloca el punto en el aprendizaje y el cambio; identifica las limitaciones que actúan desde la estructura profunda de la persona para transformarlas y conectarlas con sus recursos potenciales.
El taller tendrá 12 encuentros y se iniciará el sábado 7 de junio, de 9 a 12, en la avenida Rodríguez de Francia 832. Informes al celular (0981) 814-132.



Calorías según las actividades
Los requerimientos energéticos (calóricos) de cada persona dependen de la contextura física, talla, edad, sexo y la actividad física que tenga durante el día tanto intelectual como deportiva. Por ejemplo una mujer de 35 años que mide 1.70 m., pesa 63 kilos, es secretaria de una oficina, se va a la universidad y trota una hora por día tiene un gasto energético de aproximadamente 2200 calorías. En cambio, una mujer con las mismas características físicas que trabaja como secretaria y después se va a su casa a mirar televisión tiene un gasto energético de 1600 calorías.

(Fuente: Rocío Fernández Aguado)

Plan a través del índice glucémico de alimentos

El índice glucémico de los alimentos es como los alimentos elevan la glucemia en sangre.
Se debe buscar que la glucemia se mantenga en un nivel estable durante el día, que no suba ni baje muy rápido.
Cuando se producen desniveles queda mucha insulina circulando en el cuerpo, hormona que actúa en el tejido adiposo. Es ahí cuando la persona no baja de peso por más que el consumo de calorías sea adecuado.
Hay casos en que un alimento tiene 30 calorías, casi nada pero tiene un índice glucemico de 100. Esto significa que cuando consumimos dicho alimento quedará mucha insulina circulando por el cuerpo, la cual actuará en el tejido adiposo y evitará que la persona baje de peso por más que el ingreso calórico sea bajo.

No hay comentarios: